Marco Paz 
“Ya déjenlo, ya está muertoo”, se escuchaba en la grade del Estadio Akron, porque las Chivas no metieron ni las manos en el Clásico de clásicos y América les dio un baile a casa.
Las Águilas desde los primeros minutos del partido golpean el arco con mucha insistencia y Diego Valdés puede tomar un extraño cruzado en el posteque puedo calentar a la afición del ‘Rebaño’.
Y después les llegaría el verdadero terror como Cell en Dragon Ball, porque el América les abrió el camino en el primer tiempo en las Chivas y les clavó tres pepinos, dos de ellos del ‘Cabecita’ Rodríguez.
Ya en el segundo tiempo, la tónica fue la misma; América dominando el placer por el partido y las Chivas aguantando lo más posible, pero Henry Martín que estaba en llamas, ponle el corazón y se burló gacho de las Chivas con un festejo a lo ‘Cuau’.
Estados Unidos estaba confiado y Las Chivas, que no están mal pertrechadas, demostraron que tienen armas suficientes para repeler los golpes a lo Rocky Balboa, pero no les alcanzó y abandonó a sus fanáticos ilusionados y goleados.
Los goles del Clásico de Clásicos entre América y Chivas
Pasaditos los 15 minutos del partido, la izquierda banda de América era una avenida, donde el ‘Cabecita’ Rodríguez hacía lo que quería. Además, los huecos eran enormes, probando uno de ellos, recibió el balón en el espacio, acomodó su cuerpo de manera magistral y cruzó el balón.
El equipo de Fernando Ortiz supo jugar contra el golpe y lo demostró en el segundo gol. Henry Martín jalo marcó a la banda izquierda y cedió el balón al ‘Cabecita’, que se quitó con un movimiento al defensa de Chivas y volvió a cruzar el balón.
Leo Suárez volvió al América para demostrar que tiene la calidad suficiente para estar con el Coapa y contra Chivas anotó su segundo gol consecutivo. Agarró el balón de volea y nadie pudo detenerlo.
Cayó el 11 de Henry Martín en el torneo, tras un centro de Emilio Lara que dejó a la defensa de las Chivas sin reaccionar y al frente de las aguilas avivándose para rematar de cabeza.
Pero, no todo fue miel sobre hojuelas para el Amé, porque Emiliano Lara aventó el oso del Clásico de Clásicos y colocó el balón en su propia puerta, aunque era un buen remo.
Chivas reaccionó, pero fue demasiado tarde. El balón parado no se les dios mucho, pero en una segunda jugada, hubo un recentro y Sergio Flores conoció el balón para el de la honrilla.
